No fue un gran éxito en su momento, pero eso no impidió que 'Cadena perpetua' acabase convirtiéndose en el filme favorita de muchos amantes del cine, hasta el punto de que lleve años siendo la cinta más valorada por los usuarios de
IMDb -aunque hace unos meses fue destronada de forma temporal-. Hoy he querido recuperar una curiosa anécdota sobre la escena que resultó más difícil de rodar para Frank Darabont por causas totalmente inesperados: los derechos de un gusano.
Era un gusano de cera que mis chicos de utilería compraron en una tienda de cebo local. Hicimos venir a la señora de la ASPCA ese día porque teníamos esa cría de cuervo en el bolsillo del chaleco de Jim Whitmore, y supuse que estaban allí para asegurarse de que nadie maltrataba a la cría de cuervo, ¿verdad? No. Esta mujer también estaba allí para proteger los derechos del «gusano» en la escena, e insistía en que no alimentáramos al bebé cuervo con un gusano vivo. Intenté razonar con esta señora señalándole que era de una tienda de cebos y que cualquiera en el país podía entrar, clavarles un anzuelo y tirarlos a un río para que se los comieran las lubinas, pero que por alguna razón a un director de cine con más de 100,000 dólares al día saliendo por la puerta no se le permite dar de comer un gusano de cera vivo a una cría de cuervo.