La conocidísima curva de difusión de la innovación de Everett Rogers, que llevo muchísimos años utilizando en mis cursos y que teoriza cómo, a medida que los sucesivos grupos de consumidores adoptan una nueva tecnología, su cuota de mercado termina por conseguir el nivel de saturación en una secuencia que va pasando desde los primeros innovadores hasta los segmentos de la población generalmente más rezagados, parece estar experimentando algunas diferencias muy interesantes cuando la aplicamos a