Muchos amantes del cine seguían la carrera de Bong Joon-ho bastante antes de que consiguiera un impresionante éxito internacional con 'Parásitos'. Hacer historia en los Óscar fue la guinda del pastel y reforzó su posición para básicamente hacer lo que quisiera en su siguiente trabajo. Eso llevó a que el cineasta coreano acordase con
Warner adaptar una novela de
Edward Ashton con un presupuesto mucho más propio de una superproducción de Hollywood que de un filme de cine de autor.
Tras varios retrasos, 'Mickey 17' llega finalmente a los cines españoles este viernes 7 de marzo con la esperanza de arrasar en taquilla. Por mi parte, tengo mis dudas de que lo consiga por mucho que la presencia de
Robert Pattinson pueda llevar más espectadores al cine, ya que es una propuesta muy particular que para nada buscar contentar a la mayor cantidad posible de público. Algo en lo que apoyo totalmente a Joon-ho, pero la lástima es que estemos ante un filme que va de más a menos de forma clara.
Lo primero que conviene tener claro de 'Mickey 17' es que estamos ante una comedia de ciencia ficción que brilla más cuando se centra en las andanzas de su peculiar protagonista que cuando da una mayor presencia a su componente de sátira. Por ejemplo, el personaje de Mark Ruffalo parece en todo momento la respuesta de Joon-ho a la increíble popularidad de Donald Trump, algo que funciona bien en pequeñas dosis, pero acaba saturando y jugando en contra de el film durante su último acto.